martes, 3 de enero de 2012

Las Tablas

Antes que nada, ¡Feliz Año Nuevo!

Las Tablas es la capital de la provincia de Los Santos, y el lugar más carnavalero de Panamá. Tanto es así que para recibir el nuevo tienen una celebración carnavalesca.
La tradición dicta que las agrupaciones de calle arriba y calle abajo escojan sus reinas del Carnaval y compitan una con la otra para ver quien celebra mejor.

En España se da la bienvenida al año nuevo con 12 uvas. En Las Tablas una vez que las carrozas están listas, las murgas preparadas, y el año nuevo comienza. Miles de petardos estallan en la plaza, cada agrupación compite con la otra para atronar a los asistentes. Los fuegos artificiales se tiran a poca altitud, por lo que los cartuchos caen sobre los espectadores. Solo entonces, sobre una alfombra de cartuchos de papel comienzan a moverse las carrozas.


Lo mejor sin duda alguna es el público que lo disfruta durante horas, siguiendo a las carrozas, animando a los músicos y por supuesto metiéndose con la reina de los contrarios, no hemos de olvidar que a parte de ser una fiesta es también una competición.
Las Reinas, muy guapas ellas, están todo el tiempo saludando desde las carrozas. Para Año Nuevo son solo unas pocas horas, solo un aperitivo de lo que les espera en el Carnaval. Como dicen en Panamá: ¿Querias ser reina?, pues tira besitos.

Haciendo un paréntesis en la fiesta, por la mañana, un ligero desayuno con tamales, ensalada de toldo (papas y remolacha), carne, café y tres vasos de jugo de maracuyá (me gustó, que le voy a hacer) y por supuesto seguiendo la tradición local, un chapuzón en el Pacífico, ventajas del trópico.

De vuelta en Las Tablas, seguía la fiesta, con distintas carrozas, las mismas reinas y mucha más animación que la noche anterior. Llegó el momento de los culecos. En definitiva algo idóneo en este clima: música, cerveza, camiones cisterna, gente en bañador, gogos con mangueras y ganas de fiesta.




En definitiva, una fiesta que merece disfrutarse. Me aseguran que en Carnaval van cinco veces más personas y dura cinco días. No sé aún lo que haré en febrero.

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