Desde enero a marzo es verano en Panamá, es decir, temporada seca. Casi no llueve y corre una brisa del Pacífico muy agradable. Eso sí, no se te ocurra quedarte al sol, porque el sol ecuatorial sigue pegando igual que el resto del año y no hay nubes que lo mitiguen.
Los niños están de vacaciones, la gente está más relajada y se organizan eventos culturales muy interesantes.
En las dos últimas semanas he tenido la oportunidad de asistir a dos eventos organizados por la administración.
El X verano cultural del Canal de Panamá, organizado por la Autoridad del Canal de Panamá y que tuvo como colofón un concierto de Rubén Blades en las escalinatas del edificio del Canal. Muy agradable la representación de la Décima del Diablíco una obra de teatro basada en Fausto pero traslada al folclore panameño de hoy día.
Y esta semana en el Parque Omar, "Voces desde el Parque", un concierto de ópera-pop en el audiotorio al aire libre con el barítono panameño Ricardo Velasquez. Como he visto en varias ocasiones durante mi estancia en Panamá, a los panameños les encantan los fuegos artificiales y todo evento debe terminar con una buena traca de fin de fiesta.
Lo mejor es la asistencia masiva de público a estos eventos y la magnífica acogida de los espectáculos. Aún tengo que confirmar como funciona la iniciativa privada de pago, ya os iré comentando.
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