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Ha comenzado el año nuevo chino. En Panamá la comunidad china es muy importante, casi 200.000 personas para una ciudad de 1.500.000.
Celebran en varias partes de la ciudad, con acctuaciones musicales y circenses tradicionales chinas. Es interesante como las actividades están completamente financiadas por la comunidad y varias marcas comerciales y se desarrollan zonas privadas, como el centro de convenciones Atlapa o el centro comercial El Dorado.
Una de las cosas que me gustan más de Panamá desde que vine la primera vez es la diversidad de culturas y como conviven sin ningún problema una mezquita y un templo budista con una iglesia anglicana.
La comunidad china lleva más de 150 años en Panamá, el colegio Chino panameño es uno de los colegios privados de mayor nivel académico (bilingüe chino español) y, eso si como en el resto del mundo, controlan la mayoría del comercio al pormenor, como tiendas de alimentación, etc.
He pensado que una manera de explicar como funciona Panamá es a través de sus negocios.
Voy a comenzar con el Lava auto. Cuando se quiere lavar el coche ( o carro), pues se va uno a un establecimiento donde te lavan el coche incluso por dentro por un precio bastante económico, pero claro igual hay cola o se tarda un rato en lavarlo por fuera y por dentro.
No hay problema, todos los lava auto son al menos negocio doble. Suelen tener fonda, para comer o beber, o incluso internet café.
En algunos casos ya no se sabe si la gente va a tomar algo y que le laven el coche mientras o viceversa. Junto a mi casa hay uno que se llama Chillin, Sport bar y Car SPA.
Que por cierto los fines de semana se pone de bote en bote.
Así que ya sabeis, si teneir interés en montar un negocio y no se os ocurre montar nada más que un bar, pues montad un bar y car spa.
En próximas entradas os contaré más curiosidades.
Empezando el 6 de enero por la noche y terminando el 9 de enero por la mañana, fuimos a Bocas del Toro, una de las provincias más occidentales de Panamá. En compañía de un grupo muy alegre y animado y guiados por la docta e infatigable profesora Dayra tomamos el camino a Bocas. Una vez llegamos a Almirante, comimos antes de salir en las lanchas camino a Isla Colón.
Como nota histórica decir que entre los topónimos de la bahía de Almirante, tenemos Isla Colón, Isla Bastimentos e Isla Carenero, ya que en su cuarto viaje, Cristobal Colón se encontró con estas tierras, donde carenó sus naves y se avitualló.
Estas islas tienen un entorno natural espectacular, por lo que el turismo es su principal fuente de ingresos. Son islas típicas del caribe, con playas de arena blanca y palmeras, pero también con corales y manglares que modifican poco a poco el perfil de las costas.
En Isla Colón, se ve como la fuerza del turismo va modificando la ciudad, la calle principal está tomada por negocios regentados por extranjeros para extranjeros. Por eso y a pesar de su interés, me resultó más interesante la visita a Bastimentos, donde se puede apreciar claramente la vida de la población de la zona. Emigrados de las antillas francesas e inglesas, que se refleja en su arquitectura, pero sobre todo en su forma de hablar, el patois o criollo.
En Bastimentos fuimos a ver a una artesana que es la única que hace aún los "journey cake" o jonnycake y los pan bon o bun al estilo tradicional, en cazuela, con el fuego encima y debajo.
Desde el punto de vista de la naturaleza, destacar, la bahía de los delfines donde los delfines juegan con las lanchas de los turistas (espectacular), la playa de las estrellas (con estrellas de mar) y la isla zapatillas, donde se puede hacer un recorrido por todo el ecosistema de la zona en una rato, desde el manglar al pantano, la selva o la playa y por supuesto la barrera coralina.
Por cierto que hice un rato de snorkel y mira por donde mi poco entrenado ojo encontró un reloj de pulsera de oro, bueno de oro no será pero "chapaillo", lo mejor es que a pesar de que tiene pinta de llevar una temporada bajo el agua todavía funciona.
Como no podiá faltar algo de comida, pues os dejo con un arroz con marisco, ensalada y patacones.
Antes que nada, ¡Feliz Año Nuevo!Las Tablas es la capital de la provincia de Los Santos, y el lugar más carnavalero de Panamá. Tanto es así que para recibir el nuevo tienen una celebración carnavalesca.
La tradición dicta que las agrupaciones de calle arriba y calle abajo escojan sus reinas del Carnaval y compitan una con la otra para ver quien celebra mejor.
En España se da la bienvenida al año nuevo con 12 uvas. En Las Tablas una vez que las carrozas están listas, las murgas preparadas, y el año nuevo comienza. Miles de petardos estallan en la plaza, cada agrupación compite con la otra para atronar a los asistentes. Los fuegos artificiales se tiran a poca altitud, por lo que los cartuchos caen sobre los espectadores. Solo entonces, sobre una alfombra de cartuchos de papel comienzan a moverse las carrozas.
Lo mejor sin duda alguna es el público que lo disfruta durante horas, siguiendo a las carrozas, animando a los músicos y por supuesto metiéndose con la reina de los contrarios, no hemos de olvidar que a parte de ser una fiesta es también una competición.
Las Reinas, muy guapas ellas, están todo el tiempo saludando desde las carrozas. Para Año Nuevo son solo unas pocas horas, solo un aperitivo de lo que les espera en el Carnaval. Como dicen en Panamá: ¿Querias ser reina?, pues tira besitos.
Haciendo un paréntesis en la fiesta, por la mañana, un ligero desayuno con tamales, ensalada de toldo (papas y remolacha), carne, café y tres vasos de jugo de maracuyá (me gustó, que le voy a hacer) y por supuesto seguiendo la tradición local, un chapuzón en el Pacífico, ventajas del trópico.
De vuelta en Las Tablas, seguía la fiesta, con distintas carrozas, las mismas reinas y mucha más animación que la noche anterior. Llegó el momento de los culecos. En definitiva algo idóneo en este clima: música, cerveza, camiones cisterna, gente en bañador, gogos con mangueras y ganas de fiesta.
En definitiva, una fiesta que merece disfrutarse. Me aseguran que en Carnaval van cinco veces más personas y dura cinco días. No sé aún lo que haré en febrero.
